No es la mejor época para subir al puerto, pero aprovechando la casi ausencia de frío, lluvia o nieve y que por las partes bajas en las que me muevo están las batidas en pleno apogeo, subí a estrenar una zona que tenía planeado investigar para cuando el tiempo mejore y se empiece a animar el bicherío.
El valle en cuestión lo tengo más que visto por su parte alta ya que cuando ando por Las Señales muchas veces acabo en el collado donde termina. Además es un sitio donde suelo ver bichos de los grandes: Ciervos o Corzos y hasta el Lobo hace unos años. Así que esta vez lo empecé desde la carretera para hacerlo todo a lo largo, y bueno, digamos que tampoco defraudó...
Es un valle estrecho, orientado al sur, con río y al poco de entrarlo un bosquete de Abedul y Roble con mucho Arándano con lo que no es de extrañar la abundancia de rastros de Ciervo en bañeras de barro, huellas, rasconazos y peladuras en los troncos, huellas... En esta foto se ven las marcas más recientes y los buenos navajazos que le metieron al pobre tronco.
Mientras echaba unas fotos al río, las que pongo al final, aparecen un par de cuernos entre la maleza. No pasa ni un minuto y empieza a entrar la niebla y ya casi no puedo localizarlo.
Cuando intentaba volver a buscar al macho aparece cicleando por la ladera del frente la Real. Menuda sorpresa, la de veces que me habrá pasado por encima mientras ando por ahí y ni la he visto, pero esta vez sí. Con los prismáticos la vi a placer, al empezar a echarle fotos se metió en un banco de niebla y salió lo que salió. Ahí va, un ejemplar casi seguro de primer invierno por las evidentes manchas blancas en alas y cola.
Luego ya la niebla no me dejó hacer mucho más, una vuelta por la parte más alta pero ésto es lo único que se veía.