Un día entretenido por el Puerto. Subiendo, a la altura del Bezanes, un Chotacabras en la carretera, sin determinar qué especie. Solamente me dio tiempo a verlo levantar y una serie de manchas blancas que no me ayudaron mucho a ponerle el nombre completo.
Al llegar arriba un poco de niebla antes justo del amanecer. En esa franja de tiempo bastantes Mirlos cantando y un Ratonero madrugador.
Un Rebeco solitario, tanto al subir como al bajar de vuelta ahí seguía.
Pero lo de solitario me lo reservo... Un rebaño de un poco más de 20 ejemplares con mucha cantidad de cabritillos en distintos tamaños y relativamente confiados.
Una vez sobrepasado este primer rebaño me encuentro con otro más lejano, cuento 16. Parece que ha sido un buen año para la cría del Rebeco.
A lo lejos un par de Ciervas, todavía tranquilas. Poco les falta para que empiece la fiesta.
Me siento un poco ya con sol de pleno y por la zona hay un bando bastante grande de Avión común y algún Avión roquero, preparándose para el viaje. Por abajo, entre los arbustos grupos familiares, muchos, de Acentor común, Colirrojo tizón y Tarabilla común.
Aparece un Chochín de campeo en busca de insectos.
Sigo otro poco perdiendo altura hasta una zona de Serbal y Escobas donde enseguida se deja ver alguna Curruca capirotada, más Tarabillas, nuevos grupos de familias esta vez de Escribano montesino y un Petirrojo.
Ya de vuelta hacía el coche un Zarcero y los siempre presentes Herrerillo capuchino, Carbonero garrapinos y Reyezuelo sencillo, pero no me pude parar con ellos, ya llevaba prisa.
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