Subida a Las Señales con sorpresa. Hoy me dí de lleno con uno de los de "... debe de haber". Ese grupo en el que meto a todos aquellos que por las características del sitio me imagino que algún día me tengo que encontrar pero que les cuesta mucho aparecer y que quizá ni están. El caso de de hoy además incluye el ser la primera vez que lo veo a placer (segunda del total). Como pongo arriba se trata de uno de los Roqueros, el rojo.
Por la carretera de subida ya va la cosa calentando: Corzo, Ciervo y Zorro. Y nada más bajarme del coche otra alegría: el Corzo ladrando. Hacía ya bastante tiempo que no los oía por aquí, antes era muy común varias veces en la jornada, ahora han bajado mucho, muchísimo. Hoy estaba la pareja, solo pude pillar malamente a la hembra.
Un poco más adelante el reencuentro del título. Un par de Currucas mosquiteras compitiendo a ver quien canta más alto. Muy confiadas, se las localiza fácil e incluso se dejan acercar para ponerse a tiro. Con ellas un par de Escribano montesino.
Decido tirar más arriba, a buscar la zona de nido del Acéntor alpino. Por el camino, y ya arriba sentado tranquilamente, voy viendo que está todo el mundo emparejado. Quizá los más tranquilos sean los Acéntores comunes, ya deben de tener una prole fuera y no están tan alterados como el resto. En la zona del alpino nada, otro año que parece que no andan por la zona. Me entretengo con los Colirrojos tizones y los Aviones roqueros.
Tambien empiezan ya a aparecer las otras aladas...
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