7,30 y ya en la Collada de
Arnicio, esperando a que haya un poco de luz, por lo menos la suficiente para
acabar de preparar la mochila. Nublado, con niebla y orbayando así que hasta
las 8 no pude hacer nada, eso sí, ya no volvió a caer una gota de agua en toda
la mañana y quedó un día de libro para los Ciervos: humedad y nada de sol. Los
oí bastante animados hasta las 9 o así, pero en los montes opuestos, al otro
lado de la carretera. En la zona que estaba yo nada de nada, ni uno ni medio.
Voy mirando por zonas que más o menos conozco que puedan estar y cero, así que
subo al Busllar a ver las camperas de arriba. Sigo de vacío, y mira que desde
ahí se ven los cotoyales hasta Tanes y nada, ni cerca ni lejos. Solo me queda
el espolón que baja desde el pico y que puedo controlar desde el otro espolón
que cierra la vaguada que forman entre los dos. Bueno, algo se mueve, primero
veo un Rebeco pastando tranquilo y luego lo que creo una Cierva, y que cuando
se mueve veo que es un vareto. Ahora sí, veo otra hembra y otros cinco Rebecos,
así que malo sea que no ande el macho cerca, y ahí está. Va un poco cabreado
por la presencia del adolescente, así que se le acerca, le berra un par de
veces y con una mirada ya le vale para el que el joven se dé por aludido y se
vaya.
Abajo a la izda. el grande, a la dcha. el joven, y en medio un Rebeco
El sitio es bueno para acercarse,
protegido por las piedras, así que tiro para allá rápido porque se me acerca la
hora de marchar, voy a tener un problema con los Rebecos, están un poco más
altos y pueden verme llegar fastidiándome el intento, pero hay que probar.
Vuelvo a subir al Busllar y para abajo corriendo, casi choco con algo, a menos
de cinco metros me salta una pieza, no sé si Corzo o uno de los Rebecos, solo
vi moverse la cotoya y el trote, pero iba tan lanzado yo, y el bicho, que ni
idea. Llego a la zona de los Ciervos y poco a poco, de piedra en piedra voy
acercándome, hasta llegar a una distancia digna, y aquí está el resultado.
Ya de vuelta voy pensando en cómo
ha bajado la densidad de Ciervos en esta zona en los últimos años, hace 15 ó 20
años era fácil encontrar manadas de 20 ó 30 Ciervas, y ya machos, en la berrea,
sin número. Hoy, ver a un macho de esta planta, con una hembra solo, y
relativamente bien alimentado, después de tres semanas de berrea que debería de
estar un poco más delgadete, me da que pensar que no ha tenido que competir con
muchos machos y mucho menos cumplir con demasiadas hembras, señal que no son
muchos los que pueblan esta parte del monte.
Bueres
8 comentarios:
Geniales fotos y mejor experiencia. Yo me he acercado al lugar en contadas ocasiones en los últimos años, pero como no lo conozco bien, me he tenido que conformar con escuchar y ver un macho muy lejos.
Saludos.
Gracias Juanda, hubo mucho de suerte tambien.
Que buenas vecín!!..menudo bicho ese macho...
Menuda racha llevo, vecín... no me lo creo la suerte que estoy teniendo, je. Gracies por pasar.
Hola Senen, preciosu recechu...y beya pasada de venau...por desgracia la sarna esti añu casi acaba con ellos. A mi llevome cuatro hores recechar uno la se
mana pasada, cada vez se ven menos y lo de los cazadores...bueno esi tema vamos dejalu aparte...
Gracies Jorge, ya vi el otru día el tuyu en el blog. Supongo que será un mezcla de todo, pero bajaron el número bastante.
Después de realizar un recorrido por tu blog, he quedado gratamente sorprendido, pues la belleza de tus publicaciones lo merecen, por tal motivo, tengo que felicitarte.
Extraordinarios trabajos de naturaleza…..
Lo seguiré con gran interés.
Enhorabuena y un afectuoso saludo desde Gran Canaria.
Hasta muy pronto.
Gracias por la visita Andres.
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