Siempre me paro a mirar por los bebederos y charcas que me encuentro por ahí, sobre todo en esos que tienen el fondo lleno de hojarasca y que suelen estar llenos de vida y en los que, a nada que afinemos la vista y nos concentremos, descubrimos multitud de movimiento.
Aquí va un primer intento de volverse pequeño y poder bajar a ese mini-mundo, quizá mejore la técnica en un futuro, o no, pero solo el hecho de entrar ahí ya me merece la pena y que salga lo que quiera.
Rana bermeja relajada y macho de Tritón palmeado en plenitud de euforia primaveral
Rana bermeja y Tritón palmeado
Y por supuesto ....
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