No empezaba bien la mañana. 07:30 y ya en Las Señales, rodeado de ganado y de mastines, así que con pocas ganas de salir del coche. Esperé un cuarto de hora a ver si se iban y nada, con lo que el que se marchó fui yo, y hay que reconocer que fue una buena decisión.
Bajé hasta Riosol, a entrarle al puerto por abajo, que es una zona también bastante animada aunque no se por qué pero siempre tiro más para el alto.
Nada más empezar a andar ya se oye que hay movimiento entre la maraña de arbustos: trinos de Tarabillas, Acéntores y Currucas sin parar. La primera que sale es una Curruca, aunque con bastantes reservas el hecho de no tener nada que destaque, el ojo tan negro, las patas y el pico que se adivinan grises... me la apunto por mosquitera y así la dejo.
Sigo caminando y van saltando sobre todo Currucas zarceras y Acentor común, algún Mirlo común, un par de Ratoneros y desconfiadas Tarabillas
Casi por debajo del puerto parece que se mueve una familia, o un grupete, de Currucas zarceras algo más confiadas. Así que me siento al lado de una mata y a ver. Me tiro casi una hora y a las zarceras las acompañan de vez en cuando Acéntor común, Mirlo común, Curruca capirotada y un Colirrojo tizón.
Empiezan a caer unas gotas que me hacen levantarme y volver para el coche, con tan buena suerte que en un minuto paran, se abre un poco y es lo suficiente para convencerme a volver. Subo un poco más, hay un grupo de pinos en el que lleva un Cuco toda la mañana danzando y para allá que me voy, casi otra hora de inmovilidad debajo de un árbol.
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