Tocó puerto. Por la carretera nada más pasar el tunel de Tarna tres Rebecos, los tres en tamaños distintos: un cabrito del año, otro algo mayor y la madre. Ya hasta las Señales nada más estaba por la labor de mostrarse.
Me tiro a la zona del Acentor alpino a ver si ha vuelto al territorio del año pasado. Aunque ya hace calor no hay mucha actividad, algún Pinzón a lo lejos y poco más.
Arriba en las minas sí que están muy entretenidas las Chovas piquigualdas, andan volando en parejas o a lo más grupos de tres y pasan bastante cerca.
Me tiro un rato largo por la zona donde el año pasado paraba la Curruca zarcera pero no hay ni rastro. Algún Acentor y un Bisbita ribereño alpino. También un macho de Colirrojo tizón de caza.
Cuando me muevo hacia las posesiones del Acentor alpino levanto un par de Perdices pardillas. Ahí estaban pacientemente esperando que me moviera o hiciera algo y hasta que no fui hacia ellas ni se inmutaron. Las tuve a 15 o 20 metros y ni las veía, tampoco las esperaba....
Donde el Acentor nada de nada, o le falta unos días algo más estables para empezar la nidada o este año optan por otro sitio.
Como estoy metido entre piedras cuando salgo tengo un Zorzal charlo casi al lado que se lleva un buen susto (le oí llegar aleteando), justo en ese momento pasa una Torcaz y un poco más lejos levanta un Buitre leonado.
Ya "en el llano" entro en el pinar a la sombra. Hay algún Bisbita arbóreo, Pinzón y páridos. Me siento y aguanto los primeros envites de los mosquitos, en unos minutos ya parece que o no les gusto o se han aburrido, pero aún así salgo marcado con alguna picadura. Ahí, a la sombra, enseguida aparecen los Carboneros garrapinos, un solitario Reyezuelo sencillo buscando comida, un Herrerillo capuchino que, aunque se mueve muy cerca arrasando orugas, no llega a salir para la foto.
Y todo ello amenizado por un cantarín Petirrojo.
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